
Cómo escribir una carta de amor (Especial San Valentín)
Si has pensado en aprovechar este 14 de febrero para escribir una carta de amor a la persona que quieres pero te sientes bloqueado/a, te cuesta expresar tus sentimientos o no sabes cómo empezar, este es tu post.
En primer lugar, decide para ti mismo/a cuál es el objetivo de la carta. Posiblemente será uno de los siguientes:
-Recordarle a tu pareja que la quieres
-Declarar tu amor a alguien
-Disculparte con una ex pareja
-Pedirle a tu pareja que deis un paso más en la relación
¿Ya? Bien, en ese caso, coge papel y lápiz y pongámonos manos a la obra.
1. Escribe un pequeño párrafo hablando de cómo os conocisteis.
Para empezar, detecta aquellas particularidades que tuvo vuestro primer encuentro (o vuestra primera cita), menciona la casualidad que os unió y háblale de las expectativas que tenías en ese momento hacia vuestra relación. ¡Aquí van dos ejemplos!
“Nos conocimos una noche de primavera. Tú estabas sola, pensativa, dando vueltas a un café. Mi curiosidad me empujó hacia ti. Pensé en decirte algo y así entablar una pequeña conversación. Nunca imaginé que ese pequeño paso fuera a dar un giro tan radical a mi vida.”
“Nos conocimos en clase de tenis. Mi intención era, como siempre, pasar un buen rato, hacer un poco de deporte y, después, volver a casa a cenar. Así lo había hecho durante algunos meses pero, de repente, apareciste tú. Tu traje no era el reglamentario, no ibas muy peinado… <<El típico rebelde del grupo>>, dijo mi amiga. Algo se encendió dentro de mí.”
Recuerda que ambos sois protagonistas de la carta. Hazle ver que recuerdas la primera impresión que te dio, sus peculiaridades. Si recuerdas qué llevaba puesto, la música que sonaba o algún detalle del lugar, eso enriquecerá tu carta. Cuantos más sentidos involucres en la descripción, más emociones conseguirás transmitirle.
2. Escribe qué sientes ahora y cómo has llegado a sentirlo
Luego puedes invertir el orden, pero es importante que estén las dos partes, incluso si no tienes ni idea de cómo llegaste a sentir lo que sientes, o no sabes describir tus sentimientos, puedes ponerlo de una forma que le llegue al corazón. Por ejemplo:
“Pasó el tiempo y, risa tras risa, broma tras broma, conseguí tu teléfono. Luego llegó la primera cita, la primera vez que fuimos al cine, la primera vez que salimos juntos de la ciudad y, así, poco a poco, te colaste en mi corazón sin que apenas me diera cuenta, convirtiéndote hoy en un pilar fundamental de mi vida.”
“Yo siempre tuve miedo a enamorarme y nuestra historia empezó como una montaña rusa emocional. Recuerdo mañanas tranquilas, tardes sorprendentes y noches de aventuras. ¡Era demasiado para mí! Pero tu personalidad delicada y a la vez decidida fue el ingrediente final del cóctel que derribó todas mis barreras: ahora te quiero con toda mi alma”
También puedes hacer alusión al clímax de tus sentimientos. Es decir, hablar del momento exacto en que te enamoraste o entraste en un estado de intimidad con esa persona. Puedes enumerar momentos importantes de vuestra relación que hicieron que tus sentimientos crecieran inmediatamente.
“Recuerdo el día en que nos besamos por primera vez. Estábamos delante del puerto, eran las doce de la noche. Tus labios se acercaron tímidamente y me di cuenta de que estaba completamente enamorada de ti.”
3. Vamos a por el objetivo de la carta
Mi consejo es que declares tus intenciones de forma clara y directa, ya que eso resulta enternecedor y valiente, y de este modo conseguirás que la otra persona se abra a ser clara también.
Si tu intención es recordarle a tu pareja que la quieres, ya lo has hecho en el párrafo anterior de tu carta, así que es momento de abrir tu abanico de halagos. ¿Qué te gusta de esa persona? ¿Qué te ha enseñado? ¿Qué la diferencia de los demás? ¿En qué te ha hecho cambiar?
“Hoy quiero recordarte lo mucho que te quiero. Eres divertida, soñadora, optimista, sensible, decidida, fuerte… Cuando estás a mi lado, me siento capaz de conquistar el mundo. Tú me has enseñado a querer de una forma mucho más plena, a ver el mundo de otra manera. No puedo más que darte las gracias por estar en mi vida.”
Si tu intención es declararle tu amor a alguien, en el apartado 2 ya has dejado claro que quieres a esa persona, así que ahora puedes hablar de lo que pretendes con esta carta. ¿Quieres que la otra persona te corresponda? ¿Quieres que simplemente sepa lo que sientes? ¿Esperas que de todos modos te conteste? Es el momento de decírselo. Procura ser más informal y espontáneo/a que intenso, para no generar tensión. Apela a la curiosidad y no a la necesidad o a la desesperación.
“En esta carta me he decidido a contarte lo que siento. No sé si lo compartes, no tengo ni idea de lo que piensas sobre todo esto, y me muero de curiosidad por saber tu respuesta. Me gustaría que respondieras a mi carta de la forma que prefieras y te resulte más divertida.”
Si tu intención es disculparte con una ex pareja y pedirle otra oportunidad, puedes hablar de lo que te gusta de esa persona, de lo que te enseñó mientras estuvo contigo, de lo que has aprendido en su ausencia y de cómo es la vida sin ella.
“En esta carta quiero pedirte perdón. Me siento afortunado de haber estado contigo. Eres una persona encantadora, llena de luz, espontánea… Tú me enseñaste a luchar por mis sueños. No supe valorar lo magnífica que eres y cada día estoy más arrepentido de no haber estado a la altura. Te quiero y me gustaría que, algún día, pudiésemos hablar de lo ocurrido.”
Un clásico de las cartas de amor son las que incluyen una petición de mano. Si quieres pedirle a tu pareja que deis un paso más en la relación (y un paso más puede ser también vivir juntos o hacer un viaje) este es el momento más importante de tu carta.
Hay miles de opciones y si eres una persona creativa seguramente te sobrarán ideas y, más bien, necesitarás elegir una entre todas ellas, pero, por si estás un poco bloqueado/a, ahí van algunos ejemplos para que te inspires:
“Hoy quiero pedirte que te cases conmigo. Hemos viajado, reído, llorado, nos hemos contado secretos, hemos tomado miles de cafés y hemos subido y bajado montañas. Hemos hecho de todo, y quiero hacerlo de nuevo, todos los días, a tu lado. Porque esta es la única y la mayor aventura que nos queda por vivir.”
“Hoy quiero pedirte que demos un paso más. Quiero que la próxima vez que vengas a verme a casa, no piques al timbre. Quiero que abras con la llave. Porque de hoy en adelante, si aceptas, quiero que mi casa también sea tu casa.”
4. Escribe una frase de despedida
Es posible que, si has escrito los 3 párrafos anteriores, tu carta no necesite una despedida. De hecho, si pones suficiente énfasis en la tercera parte, puedes dejarla tal cual. Es suficiente con que pongas tu nombre o “Te quiero”.
Si no te gusta dejar la carta como está, puedes añadir una frase que uséis normalmente o hacer alusión a alguna broma vuestra, o despedirte diciendo dónde está su regalo.
“Nos vemos en el sofá”
“Te espero con las palomitas hechas”
“Estoy haciendo la cama porque hoy me toca a mí, pero espero tu respuesta”
“Si aceptas mi petición te dejo elegir la película”
“Hay algo para ti debajo de la almohada”
¡Bien! Ya tienes tu carta o, al menos, las ideas y la estructura. Ahora puedes cambiar las frases (o incluso los párrafos) de orden, retocar algunos detalles y, si quieres, decorar el papel. Puedes acompañarlo de una foto o meter en el sobre un anillo, una llave o algo significativo con lo que pongas la guinda al mensaje. (Por cierto, también puedes poner un bombón).
Si te gusta la idea, puedes elegir una cita sobre el amor y ponerla como título a tu carta o escribirla en el sobre.
¿Qué vas a poner en tu carta? ¿Te han escrito alguna? Comparte tu experiencia y deja un comentario.
¡Un abrazo!