Los/as narcisistas viven en una especie de nube en la que son grandiosos e importantes. Construyen su ego a partir de ideas sobrevaloradas de ellos mismos para esconder su autoestima, que está gravemente dañada. Llegan a creerse sus propias mentiras, porque lo necesitan. No pueden admitir (ni ante ellos mismos) que valen tan poco como alguna vez llegaron a pensar.
Frases como “hay personas por encima de ti”, “no eres el centro del universo” o “no mereces un trato de favor” chocan con esa idea sobrevalorada y anulan completamente su ego. Eso les obliga a sacar su verdadera autoestima y, como no tienen, lo único que consiguen sacar es agresividad y llanto. Su ego no está preparado para convivir, así que, cuando se dan cuenta de que existen otras personas y de que eso les impide ser especiales o mejores que ellas, entran en crisis, porque se quedan sin identidad. Cuando les dices, de forma explícita o implícita, que son iguales que los demás, entienden que están por debajo, porque conectan con su bajo nivel de autoestima.
7 frases que despertarán la ira (o el llanto) de un narcisista
Oír ciertas verdades hará que su narcisismo, a veces encubierto, salga a la luz. Reaccionarán con agresividad (activa o pasiva) o con llanto. Puedes comprobarlo en situaciones cotidianas. ¿Cuáles son esas frases? A continuación te mencionamos siete.
1. “Tienes que solucionar tus propios problemas”
Las personas, a lo largo de nuestra vida, vamos adquiriendo cada vez más responsabilidades. Es normal que un niño de 5 años llegue a clase sin la cartulina que tenía que llevar y diga que sus padres estaban ocupados, o que diga que no pudo hacer los deberes porque su tía Paquita ha adoptado un perro y últimamente pasa mucho tiempo en su casa.
Ahora, si un universitario cree que puede saltarse la entrega de un trabajo por no tener internet en casa, o que merece un plazo de entrega más largo porque “se fundió la bombilla de su habitación hace dos semanas”, entonces hay un problema. Es cuando llega la famosa frase: “búscate la vida”. Y el universitario tendrá dos opciones: empezar un largo proceso burocrático para denunciar a todos los implicados (su profesora, la fábrica de bombillas, el creador del calendario, sus compañeros que sí que tienen internet en casa y un largo etcétera) o asumir que el problema es suyo y buscar un locutorio para la próxima vez.
Si le dices a un narcisista que tiene que solucionar sus propios problemas, se dará cuenta de que no es especial y de que, igual que los demás, tiene que madurar. Eso será un duro hachazo para él.
2. “No eres una víctima”
Algunos narcisistas, que no han podido conseguir un puesto de poder o sobresalir en la sociedad, se refugian en el victimismo para mantener su ego a salvo y seguir siendo especiales. También cuando te han fallado de alguna manera, pueden sacar a relucir sus tragedias personales, que siempre les darán derecho a no esforzarse en nada.
Todo el mundo ha tenido problemas y ha sido una víctima en algún momento. Pero los narcisistas mienten e inventan una nueva tragedia para cada ocasión, o bien utilizan la misma en situaciones que nada tienen que ver con lo que les pasó. Por ejemplo, podrían decirte que como cuando eran pequeños vivieron el divorcio de sus padres, ahora no pueden acompañarte a la compra. O que ya saben que todo el mundo tiene que pagar para entrar al cine pero que no debería ser así para ellos porque tuvieron que gastarse el dinero en chicles.
En cuanto les dices que no vas a tolerar sus abusos y que no son las víctimas del universo, entran en una especie de bucle obsesivo con estallido emocional, parecido al que tendría un niño pequeño cuando no consigue lo que quiere de otra forma.
3. “No mereces un trato de favor”
Pensar que tu hermano debería ayudarte a ti antes que a un desconocido entra dentro de lo esperable. Pero pensar que eres más importante que cualquier persona y que mereces (o necesitas) un trato de favor allá donde vayas, puede indicar un grave problema de personalidad.
Dile a un narcisista que es igual que las demás personas, que cuando hay cola en la caja de una tienda él también tiene que hacerla, que si la persiana del supermercado está bajada no tiene que golpearla. Verás en sus ojos la furia suficiente como para romper la persiana, atravesar la cola y dar una clase magistral sobre lo que es el odio.
4. “Hay personas por encima de ti”
Esta es una de las peores cosas que les puedes decir. Ellos son Dios y no pueden consentir que haya otras personas por encima, porque eso les rompe los esquemas y los baja a la tierra. Pasarán la mitad de su vida criticando la forma de pensar y de hacer las cosas de cualquiera que tenga un cargo, una cualidad o una profesión supuestamente mejor que la suya, y la otra media intentando hacerse su amigo. Odian a los líderes, mientras luchan por ser uno de ellos.
Pero también odian al portero de discoteca que les dice que el aforo está lleno, y al jefe que les hace los encargos, y al profesor que les pide silencio. Ellos creen firmemente que el profesor debería decirles: “-Cielo, ya sabemos que eres especial y que es un fastidio para ti tener que callarte ahora, de verdad siento molestarte, pero hay gente muy mala en el mundo que quiere que ahora mismo estemos estudiando y no me queda más remedio que pedirte por favor que hagas una excepción y apagues tu maravillosa voz.” Solo así se sentirán especiales y, como sentirán validados su grandiosidad y su victimismo, podrán respetar por un rato al resto de alumnos.
5. “Necesito tiempo para pensar”
Cuando sospeches que intentan manipularte o venderte algo que no va a ser beneficioso para ti, prueba a decirles que necesitas pensarlo. Ellos saben que el efecto de su manipulación baja cuando te tomas el tiempo suficiente para alejarte de ellos y pensar, por eso muchas de sus técnicas se basan en hacerte actuar de forma impulsiva. Además, son tremendamente impacientes y les molesta mucho esperar.
Cuando les pidas tiempo, verás que se sienten desafiados y quizás decepcionados. Puede que cierren el tema con un “como quieras” y una mala cara, y se pongan a buscar a otra víctima.
6. “Quizás no hay para tanto”
Cuando están enfadados con alguien son los más rencorosos del mundo. No es raro que a los 50 años intenten hundir a alguien que, a los 4, les intentó robar la pelota en un partido del colegio. Les es muy difícil perdonar. Además, como les suele gustar aprovecharse de su condición de víctima (y vengarse por ello), cualquier cosa que les hayan hecho debe quedar bien guardada en el archivo para poder consultarla de vez en cuando y sacar el máximo provecho de la situación.
Si te cuentan lo que sufrieron y cómo se están vengando y tú pones cara de escepticismo y les dices que quizás no hay para tanto, intentarán hundirte con la mirada y no sabrán si enfadarse contigo o llorar de desesperación.
7. “No eres el centro del universo”
A las personas narcisistas les molesta muchísimo estar en una situación en la que no son el centro de atención. Si, por ejemplo, estáis viendo una obra de teatro, el /la narcisista encontrará mil errores en la actuación, porque quiere ser él/ella quien recibe los aplausos. Si hablas por teléfono delante de él y tiene que esperar dos minutos, el simple hecho de imaginar que tú lo estás viendo como alguien “a la espera” lo sacará de quicio. Se sentirá tonto/a y con poco valor. Si priorizas tu salud, tu trabajo o cualquier otro aspecto de tu vida y le haces esperar, sentirá que no es el centro del universo y su ego se romperá a trocitos. Quizás no te lo diga directamente, pero ten por seguro que en algún momento te castigará de alguna forma y podrás ver el rencor en sus ojos. Puedes observar cómo, muchas veces, se obsesionan con que otros les miran y hablan de ellos, o cómo interpretan los problemas de los demás como un fastidio para ellos mismos. A menudo, necesitan que se les atienda cuando claramente es otra persona la que necesita ayuda.
También suele sacarlos de quicio tener que esperar para algo o hacer cola, ya que conectan con la idea de que el otro los está tomando por tontos, con que no son tan importantes como creen y son solo un humano más. Eso, para alguien con el ego hinchado que necesita ser el centro del universo, es terrible.
Y ellos, ¿utilizan estas frases?
Por supuesto que sí. Utilizan estas frases en los peores momentos, de la forma más cruel y con el objetivo de hacerte sentir un cero a la izquierda.
Si estás hasta arriba de trabajo, agotado y te duelen los ojos y le pides a un narcisista (filólogo) que te diga lo que significa una palabra, te dirá que tienes que solucionar tus propios problemas y que lo busques en internet.
¿Acabas de tener un accidente y te gustaría recibir una frase de apoyo por parte del narcisista? Ahí la tienes: “no eres una víctima”.
¿Le estás pidiendo a tu novia narcisista algo que necesitas urgentemente y un desconocido le está pidiendo otra cosa? Te dirá que esperes, que no mereces un trato de favor.
Cuando estés llorando o temblando de dolor, los verás hacer gala de su lado más perverso. Te mirarán como si estuvieras haciendo el ridículo o exagerando, y te dirán tranquilamente que no hay para tanto.
Ellos utilizan esas frases para herirte en contextos en los que eres vulnerable. Cuando sería de esperar que te ayudaran o se mostraran humanos, ¡zasca! “¡No eres una víctima!”. Te harán ver que el mundo es un lugar cruel y que no eres nadie para la gente a la que quieres.
Es decir, tú tienes asumido que no eres superior a otros seres humanos y que no eres demasiado importante en la sociedad, y eso no te duele, porque sabes que sí que eres importante para tu pareja, familia y amigos. Sueñas a pequeña (y realista) escala. También sabes que a veces tienes que esperar a que otros acaben de trabajar o de hacer sus cosas y que eso no atenta contra tu dignidad. Los narcisistas (o psicópatas) tratan de hacerte daño diciéndote que no eres importante para ellos, para tu familia, para tus amigos o para tu empresa, porque esos son contextos en los que sí deberías ser importante, ser tomado en cuenta o ser una prioridad.
¿Te ha servido este post? ¿Conoces alguna otra frase que saque de quicio a quien tiene el ego hinchado? Comparte tu experiencia y deja un comentario.