
Cuando “No seas posesivo” significa “Esto es un atraco”
Ayer me escribió una mujer contándome que tenía problemas de celos y de posesividad. Que perdía los nervios cuando su marido hablaba con cualquier mujer. Que desde el principio él la había avisado de que no quería estar con una persona posesiva, ya que todas sus anteriores parejas lo habían sido.
He escuchado historias como esta muchas veces y me hacen hervir la sangre. Historias en las que hay un personaje (¡sí, personaje!) que se lamenta por ser tan deseado y que trata a su pareja de inmadura y exagerada por perder el control ante situaciones cotidianas.
Primero él (y todo aquel que es igual) entrenó a su pareja para que no fuera como las otras, haciéndole ver que si no quería ser una más y quería tener identidad propia tenía que estar al control de sus emociones y de sus celos. Luego le hizo ver que cualquier interacción podía tener un toque de seducción, que cualquier persona nueva era candidata a tener algo con él. Finalmente, se queja de que ella entiende eso mismo: que cualquier persona nueva puede ser una candidata. La pone al límite y entonces le dice: <<el problema lo tienes tú, que eres muy posesiva y no tienes autoestima>>.
¿Por qué digo que esto es un atraco? Porque lo que quiere el/la narcisista es robar tus derechos, arrancar hasta la última gota de suplemento que quede en ti, convertirte en un ser sin alma y marcharse con todas esas cosas sin que te quejes (si lo hicieras, serías mala persona).
Quizás tu pareja no es tuya: somos seres humanos y no debemos cosificarnos. Pero lo que sí que es tuyo y no quieres perder es tu tiempo y tu energía, y con esas dos cosas puedes ser todo lo posesivo/a que consideres. No tienes por qué perder tu tiempo con una persona que no te inspira confianza ni entregar tus esfuerzos a alguien que no te da ninguna estabilidad, porque estarás gastando energía en construir un castillo sobre una base que no existe y toda tu construcción caerá al vacío.
<<No seas posesivo/a>> significa <<paralízate, quédate quieto/a sintiendo el dolor y no hagas nada porque estarás coartando mis derechos>>. El narcisista (o antisocial, o inmaduro déspota) quiere que renuncies a tus derechos para dar espacio a los suyos. Y, ¿sabes lo peor de todo y lo que más suele costar de encajar? Que ese/a narcisista, aunque diga lo contrario, disfruta al verte sufrir por celos y el hecho de que reclames lo ayuda a engrandecer su ego, a sentirse mejor y a construir una relación conflictiva y dramática. Esa relación de sus sueños en la que él/ella puede victimizarse, quejarse y relacionarse del modo en que siempre lo ha hecho. Como bonus, obtiene que cuando reprimes la expresión de tus celos sufres mucho más y generas un estallido mucho más grande la vez siguiente.
Por otra parte, quejarse tanto de tus celos y de tu mal humor hace que te sientas amenazado/a ante cualquier persona nueva, ya que esta todavía no habrá sufrido ningún maltrato por parte de tu pareja y se verá despreocupada y alegre.
Recuerda que cuando hay un contrato de fidelidad entre tu pareja y tú, esperar que ese contrato se cumpla no te hace posesivo/a, sino coherente, ya que con otras reglas no te hubieras involucrado en la relación. ¿Que tu pareja es libre y puede hacer lo que quiera con su cuerpo y su vida? Por supuesto, pero que no se le olvide que tú también eres libre de hacer lo que quieras y con quien quieras (y, con alguien infiel, no quieres). Dejar la relación es tu derecho, no un capricho.
Ten muy claro que ese/a narcisista no quiere proteger su alma y su libertad, sino robar las tuyas, y que dentro de esa dinámica está el deseo profundo de ser deseado/a, perseguido/a y admirado/a hasta que no quede en ti una gota de energía.
¿Te ha ocurrido alguna vez? ¿Cómo lo has solucionado? Comparte tu experiencia y deja un comentario.
¡Un abrazo!