Hay miles de publicaciones que aconsejan hacerse el/la interesante como técnica de seducción. Esto, en la mayoría de casos, significa “ensalzar tu ego” y mostrarte imperturbable. Es decir, hacerle ver a la otra persona que no te importa tanto, cortar la comunicación si pasa algo que no te gusta, fingir que no te das cuenta si tarda en contestar un mensaje, no mostrar tu frustración si anula una cita, no hablar de tus emociones ni dejarte conocer demasiado, actuar como si solo fuerais amigos, etc.
Pero ojo, una cosa es no mostrar todas tus cartas o ser un poco misterioso, y otra muy distinta es llevar ese juego al límite y acabar haciendo y haciéndote daño. Y es que parece que, a estas alturas de la humanidad, es necesario recordar que tener emociones no es malo y que mostrarlas es la forma más rápida de hacerse respetar por los demás. Fingir que nada te importa es cosificarte y salir de la categoría de persona.
A veces, conocemos a alguien y entramos en una dinámica desafiante. Él cambia de planes a última hora, tú finges que no tiene importancia ni estabas ilusionada con la cita. Ella te habla abiertamente de otro chico, tú la animas a intentarlo con él y te muestras indiferente. Es una forma de decirle al otro: “ya verás como yo voy a ganar el juego”. Pero, ¿qué juego? Pensar que estáis jugando implica que hay un ganador y un perdedor y que, en este caso, el ganador es el que consiga ser más cruel y el que menos se ablande.
Y así es como te haces daño y te conviertes en una persona vacía. Así es como acabas en relaciones de poder, fingiendo indiferencia ante comportamientos denigrantes y permitiendo más de lo que deberías. Así es como acabas aceptando que te dejen para lo último, o acudiendo a una cita con alguien que no te contesta los mensajes desde hace 3 meses porque, ¿acaso vas a admitir que te ha molestado que no lo hiciera?
Si estás en una cita con alguien y ese alguien flirtea abiertamente con otra persona delante de ti, por favor, no le des a entender que puede hacerlo ni te muestres indiferente, a no ser que de verdad no te importe. Si no te asegura a qué hora vais a quedar porque aún no sabe qué le apetece hacer, no le digas que no te molesta esperar en casa a que se decida. La clave es que no mientas para hacerte el/la interesante. Sobre todo porque no responder ante un ataque no te hace interesante, más bien te hace maleable.
Entrar en un juego de este tipo con una personalidad psicopática o narcisista, puede acabar contigo. Y jugar con una persona empática te llevará a perder su interés. Porque a las personas les gustan otras personas, no los robots. Además, puedes despertar el sentido de competencia del otro y hacerlo entrar en una secuencia de comportamientos dañinos para ti con el fin de provocarte alguna emoción.
4 personas a las que les salió mal el juego
A continuación, cuatro testimonios de personas que llevaron demasiado lejos sus intentos de ensalzar su ego y dañaron su autoestima:
“Un día, hablando con mi ex, intenté sonsacarle si ya estaba con otra persona. Insistí y le dije que ahora éramos amigos y que me podía contar cualquier cosa. Él acabó describiendo al detalle su última noche de pasión con su nueva conquista. Fingí que no me importaba y seguí haciéndole preguntas. Cada cosa que decía era una puñalada.” (D. 28 años)
“La chica que me gustaba, frecuentemente, me abría conversación y me preguntaba por mis planes de esa noche. Yo le decía que estaba libre y ella pasaba hasta una hora en línea sin acabar de concretar. Yo sabía que estaba valorando otros planes pero no quería exigirle una comunicación más ágil para no parecer desesperado.” (H. 32 años)
“Una vez, una chica me dijo que se aburría mucho conmigo y que yo tendría que cambiar mi personalidad. Yo seguí quedando con ella y acompañándola a todas partes, y no cambié en nada para que no pensara que me había afectado su comentario.” (R. 32 años)
“Salí con una mujer casada que decía que detestaba a los hombres celosos. Así que me hice el fuerte miles de veces y la escuché mientras me hablaba de su marido. Un día me pidió que la llevara en coche a un centro comercial para comprar el regalo de cumpleaños de él. Lo tuvo al teléfono mientras yo esperaba y aguantaba sus bolsas. Nunca me había sentido tan utilizado.” (L. 44 años)
¿Cómo evitar la trampa del ego?
Para cuidar de ti mismo/a y no caer en este tipo de juegos, recuerda…
- Tener emociones te hace poderoso/a, no débil
- Las emociones son atractivas
- No tienes que hacerte el/la interesante, porque ya lo eres
- El otro ya sabe que si te trata mal te duele, aunque finjas lo contrario
- Si necesitas ensalzar tu ego, probablemente es porque necesitas subir tu autoestima
- Si alguien te falta al respeto tienes que pronunciarte
- “El juego” lo gana quien no se hace daño, no quien finge o ataca mejor
- Las relaciones consisten en crear algo beneficioso para todos los implicados
- Si alguien quiere hacerte daño, no intentes conquistarlo, vete
- Cuando dudes de una de tus conductas seductoras, pregúntate si realmente enriquece tu autoestima o es un intento de ensalzar tu ego
¿Te ha servido este post? ¿Alguna vez te has visto envuelto/a en uno de estos juegos? Comparte tu experiencia y deja un comentario.
¡Un abrazo!