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Para cualquier persona normal, discutir es un acto desagradable y tiene el propósito de llegar a una solución. Para una persona manipuladora, discutir es una forma de canalizar sus peores emociones, dejarlas en ti y librarse de ellas.

En este post nos vamos a centrar en las discusiones que inicia la persona abusada (P.A.) para solucionar algo que está ocurriendo en la relación. Es decir, aquellas discusiones que llevan una crítica implícita hacia la persona manipuladora (P.M.) que esta pretende eludir.

P.A.:

-El jueves pasado, cuando fuimos al cine, pagué tu entrada y dijiste que me devolverías el dinero, pero no lo has hecho.

P.M.:

-El jueves no fuimos a ninguna parte, fue el miércoles.

-No pagaste completamente mi entrada, yo puse algunos céntimos. Ahora, si no quieres ver eso y prefieres pensar que tú lo pagaste todo, quizás el problema es tuyo.

-No deberías ser tan materialista

-El cine no debería valer dinero, ya que es algo que aporta cultura.

-Eso no es cierto, nunca ocurrió.

-Bueno, si a eso lo llamas ir al cine… Para mí ir al cine es otra cosa.

-Siempre estás creando problemas de cosas sin importancia.

-Hace calor, ¿no? Voy a abrir la ventana.

-O sea que soy una mala persona.

La persona manipuladora pondrá todo su empeño en desviar la conversación, con el objetivo de librarse de su responsabilidad y agotarte. Querrá que pierdas el hilo de lo que estás diciendo y tener la voz cantante en la discusión. Cuando terminéis de hablar, tú te habrás quedado sin energía, te sentirás frustrado/a e impotente y cargarás con la responsabilidad de haber enturbiado el buen funcionamiento de la relación.

 

¿Cuáles son sus 10 tácticas para lograr eso?

 

Táctica 1: Se aprovecha de una de tus imprecisiones

Como un detector de errores ortográficos, intenta mantener el control de la conversación y ganar tiempo señalándote algún error poco relevante. Quizás has dicho que todo ocurrió un día y resulta que fue el día anterior, has cometido algún fallo gramatical o has sido poco claro/a en algún detalle sin ninguna importancia.

Táctica 2: Aprovecha una de tus imprecisiones para desviar la culpa

Si te has equivocado en algo cuando has hecho la queja, y eso le sirve para poner el foco en lo que tú has hecho mal, ahí estará para hacértelo ver. Imagina que dices “Llevas una semana llegando tarde a nuestras citas” y esa persona te contesta “Han sido seis días, pero bueno, tú siempre te fijas en lo malo para que yo parezca mala persona. Me gustaría que habláramos de esa tendencia que tienes y no tanto de mí.”

Táctica 3: Te dice que te has saltado alguno de tus valores

Si le pides que te devuelva algo que le prestaste, eres poco generoso. Si eres su pareja y ha tenido una cita a escondidas, eres demasiado celoso, o controlador, o lo has espiado. Si le pides que deje su adicción al juego, te preguntará si es que acaso no te importa que él sea feliz. Si le dices que te habla de forma agresiva, te acusará de no permitir que se exprese. Ten cuidado porque si se da cuenta de que intentas ser perfecto/a en tema de valores estarás perdido/a.

Táctica 4: Cambia el tema de debate

No es culpa suya llegar tarde a la tienda, es que las tiendas deberían abrir hasta más tarde porque los trabajadores no pueden llegar antes. Tampoco es culpa suya robar un cartón de leche de tu nevera, el problema es que los alimentos básicos deberían ser gratuitos porque en los países pobres la gente no puede comer. Si ha roto tu ordenador, desviará el tema y dirá que su hermana necesita uno y deberían bajar los precios. Esta técnica de desviar el debate la suelen usar cuando ven complicado justificar su actuación o rebatir tu discurso.

Táctica 5: Te miente y te hace gaslighting

Muchos manipuladores mienten sobre lo que ocurrió o sobre cuáles fueron sus intenciones. Los más descarados pueden negarte cosas totalmente evidentes que tú también presenciaste. Tu incredulidad y el enorme desgaste emocional de mantenerte en tu postura pueden hacer que acabes dando la conversación por imposible y dejes que la otra persona gane.

Táctica 6: Redefine las palabras o te pregunta por el significado exacto de lo que dices

Si le acusas de haber sido infiel, perderéis una hora hablando sobre el concepto de fidelidad. Si le acusas de haberte robado algo, te preguntará si para ti es lo mismo robar que coger prestado. Si le preguntas si te ha mentido, te preguntará si te refieres a no decir la verdad, a decir una parte de la verdad o a decir completamente una mentira. De nuevo te agotarás y perderás el hilo de la conversación, además de entrar en un peligroso camino: intentar ser perfecto/a. Eso hará que, durante un tiempo, seas muy exacto/a en todo lo que dices, reprimas rabia, te vuelvas inseguro/a y acabes estallando emocionalmente.

Táctica 7: Te acusa de estropear la relación con tus quejas

Intentará que parezca que eres tú quien se comporta de forma tóxica por quejarte de su trato injusto. Esta técnica es muy común en personas narcisistas. Te dirán cosas como “Si estás tan mal conmigo será mejor que no hablemos”. No entra en sus planes mejorar ninguno de sus comportamientos, así que te sugerirán que aceptes sus “pequeños defectos” o renuncies a su compañía.

Táctica 8: Te interrumpe para hacerte perder los nervios 

Es muy molesto intentar decir algo importante y que te estén interrumpiendo todo el tiempo. Un manipulador puede hacerlo de diversas formas: prestando atención a otra cosa, diciendo algo que no tiene que ver con el tema, negando cada cosa que dices, llevándote la contraria, pidiéndote que puntualices algo, etc. Al final te quedas sin energía para seguir hablando ni para controlar tus emociones, así que estallas, de rabia o en llanto.

Táctica 9: Finge estar muy enfadado/a  

Empiezas a hablar y su lenguaje corporal se vuelve amenazante: tiembla, aprieta los puños, se pone en posición de ataque como si fuera una bestia indomable, te hace ver que está perdiendo el control, te mira con odio. A la mínima que no le gusta lo que dices te responde con ira, alza el tono de voz para asustarte y hacerte callar. A veces ni siquiera está realmente enfadado/a pero lo hace ver para dominarte.

Táctica 10: Se aprovecha de ser culpable para darte pena  

“O sea que soy una mala persona”, “Por lo que dices, soy una persona horrible”. Eso, por supuesto, con cara de corderito degollado y esperando que le digas que no querías decir eso, que es una persona encantadora. Nadie se convierte en una víctima por ser una mala persona, como si eso le viniera dado o fuera una cuestión de mala suerte. Lo que intentan transmitirte es: “Qué desgraciado/a soy, tan inocente y me ha tocado ser un monstruo”. Los adultos somos responsables de lo que hacemos y, por lo general, nadie nos obliga a mentir, manipular o tratar mal a los demás.

 

Las personas manipuladoras, especialmente las que carecen de empatía, no discuten para llegar a un acuerdo, si no para ganar (tener razón). Da igual si para eso tienen que mentir, cambiar de tema, crear una conversación sin ningún sentido o aprovecharse de tus vulnerabilidades.

Saben perfectamente que eres tú quien tiene razón y que tú discurso tiene todo el sentido del mundo, por eso necesitan echarte de la conversación, como quien conduce y saca a otro coche de la carretera. Pondrán todo su empeño en desviarte del tema principal y agotarte antes de que consigas llegar a tu meta: defenderte y decir claramente lo que piensas.

 

Las personas manipuladoras no discuten para llegar a un acuerdo, no están interesadas en escuchar lo que opinas: lo que quieren es tener razón, ganar. -       
 

¿Has discutido con algún manipulador? Comparte tu experiencia y deja un comentario.

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